Historia Republicana
1ª
República
La Primera República de Costa Rica se extiende desde la promulgación de la Constitución reformada de 1848 hasta la adopción de la Constitución Política de 1949, marcando un período de transformación política y social en el país. Tras la disolución de la Federación Centroamericana en 1838 y una serie de gobiernos inestables, José María Castro Madriz proclama formalmente la República, buscando asegurar la independencia de cualquier otro Estado. Durante este tiempo, se sucedieron presidentes y se enfrentaron amenazas externas, como lo fueron los filibusteros durante la Campaña Nacional de 1856-1857, donde Juan Rafael Mora Porras y los aliados centroamericanos lograron una gran victoria frente al invasor. Posteriormente, presidentes como Tomás Guardia, tomaron medidas progresistas como la abolición de la pena de muerte y la tortura, y el establecimiento de la Constitución Política de 1871. Aunque, también se enfrentaron tensiones entre la élite liberal y la Iglesia Católica. La Primera República enfrentó desafíos como lo fue la dictadura de los Tinoco de 1917 a 1919, auspiciados por el periódico La Información de Lico Jiménez. Luego enfrentaría la guerra de Coto, donde la figura de la institución del ejército perdería fuerza, dando paso a una serie de Gobiernos de figuras relevantes y decididas por el bienestar del país, llegando a las reformas de los años 40 con el Código de Trabajo, las Garantías Sociales y la creación de la Universidad de Costa Rica. A pesar de estos importantes avances, el autoritarismo e irregularidades en las elecciones de 1944 y 1948 terminaría detonando en la Guerra Civil de 1948, con el triunfo del Ejército de Liberación Nacional que liderado por José Figueres iniciaría el proyecto para la Segunda República a pesar de las presiones dictatoriales del periódico La Nación. Lamentablemente, a pesar de todos los esfuerzos por parte de la Junta Fundadoras de la Segunda República, la Asamblea Constituyente quedaría al margen de las fuerzas conservadoras amigos de La Nación, que no permitiría una Constitución Política más moderna.
2ª
República
Tras el establecimiento de la Constitución Política de 1949 y la nacionalización bancaría y la abolición del ejército, inicia este nuevo periodo en la vida republicana del país. Las discordias producto de la guerra Civil tendrían gran peso en los primeros años, donde La Nación molesta por el rechazo de Figueres se convertiría en un férreo enemigo de Figueres Ferrer y Daniel Oduber Quirós. A pesar de las diferencias y el intento de invasión por parte de fuerzas calderonistas en 1955, el sistema democrático se fortalecería, existiendo una alternancia entre Liberación Nacional y la oposición. Esta nueva república daría pie al Estado Benefactor, que procuraduría generar las condiciones adecuadas para el desarrollo de cada uno de los habitantes del país, mejorando el acceso a la educación y la salud. Ya para los años 70’s, con la tercera y última presidencia de Figueres y la de Daniel Oduber, este Estado Benefactor que intentaron convertir en uno empresario, empezaría a demostrar señales de debilidad y de necesidad de cambio. Lamentablemente las viejas figuras que en los años anteriores representaban un cambio para el país, empezaban a verse desplazadas por nuevas figuras que a la larga tendrían oscuros intereses y destruirían lo hecho por sus antecesores. La estocada final a la segunda república se daría en 1989, con la creación de la Sala Constitucional y el fortalecimiento de la Prensa Canalla, que se infiltraría en los partidos tradicionales y empezaría a formar parte de diferentes puestos de poder.
3ª
República
La creación de la Sala Constitucional y la penetración de la Prensa Canalla en puestos de poder público marcaron el inicio de un elaborado plan de control social que daría su primera estocada en el año 2003. Este plan se gestó en 1986, durante la presidencia de Oscar Arias, quien gradualmente se deshizo de las figuras políticas tradicionales del partido Liberación Nacional. Surgieron entonces nuevas figuras como Luis Guillermo Solís y Otton Solís, quienes más tarde desempeñarían roles prominentes en este esquema.La creación de la Sala Constitucional desencadenó un reajuste de fuerzas que buscaba establecer un aparato de control social para las próximas dos décadas y media. Durante este periodo, los distintos gobiernos llevaron a cabo una desmantelación de las instituciones y logros previos. El pacto Figueres-Calderón sumió a la población en un estado de desilusión política, lo que incrementó la abstención electoral y favoreció a un nuevo grupo de manipuladores que buscaban mantener el control.
Tras su derrota en el año 2000, Oscar Arias intensificó sus esfuerzos para obtener una segunda presidencia, valiéndose del enorme poder del Leviatán. Logró una sentencia ilegal mediante la cual la Sala Constitucional declaró inconstitucional la propia Constitución Política, un acto que constituyó una de las mayores afrentas a la patria en su historia.La presidencia de Laura Chinchilla marcó el inicio de su apoyo a las nuevas fuerzas emergentes, incluida la prensa canalla. Sin embargo, cuando surgieron intentos de rebeldía por parte de Laura, por lo que esta prensa desató una campaña en su contra. Chinchilla estuvo a punto de echarse abajo La Nación con un decreto que los colocaba contra la pared, lo que llevó a la Prensa Canalla a buscar otro aliado para evitar una condena penal y seguir obteniendo recursos de la publicidad gubernamental. Este proceso culminó con la presión y el apoyo destinados a instalar en el gobierno al Partido Acción Ciudadana (PAC), considerado uno de los más corruptos en la historia de Costa Rica. La victoria del PAC en 2014 y la retirada estratégica de la campaña de Johnny Araya, orquestada por figuras como “Toñoño” Álvarez Desanti, Ignacio “Sugar Daddy” Santos, Armando González y Muria Marin, allanaron el camino para que el “Cachetón” Solís asumiera la presidencia. Una vez en el poder, Solís perdonó a La Nación por el fraude cometido contra Hacienda, consolidando así el control de los intereses corruptos sobre el gobierno.
4ª
República
Con la retirada de Johnny Araya y la victoria del PAC en las elecciones del 2014, dio inicio la Cuarta República. Esta nueva época estaría marcada con el fortalecimiento de la prensa canalla, quien absorbería miles de millones de colones de los impuestos de los costarricenses. Al haber colocado al PAC en el Gobierno, el medio canalla La Nación se salvaría de una condena penal por defraudar al fisco, ya que el “Cachetón” Solís de forma rápida y sorpresiva derogaría el decreto que los colocaba con una soga en el cuello. Ante el éxito de su plan, la prensa canalla empezaría a analizar a quien colocar en la silla presidencial en el 2018, decidiéndose finalmente por Carlos “Elvarado”. En unas elecciones extremadamente violentas, donde atacarían sin piedad a Juan Diego Castro, el único candidato que se opuso al plan de la prensa canalla. Carlos “Elvarado” con el apoyo de la maquinaria propagandística y la banalización de la imagen de la virgen de los Ángeles, ganaría las elecciones en segunda ronda ante Fabricio Alvarado, quien extrañamente se ocultó y nunca respondió a los ataques de la prensa canalla. Con la victoria del ungido, La Nación, Canal 7, Repretel, CR Hoy, Radio Columbia y Amaliarueda, devorarían 13 mil millones de colones a cambio de publirreportajes para el Gobierno. En el 2022 el plan se caería abajo, a pesar de usar la misma estrategia que le aplicaron a Juan Diego Castro a Rodrigo Chaves. La consciencia de la sociedad civil tras ocho años de canalladas había comenzado a florecer, aún con todo el impulso de la prensa roñosa, “Chemama” Figueres sería derrotado y empezaría la caída de la prensa canalla con un Gobierno que no se ha dejado pisotear a pesar de las presiones nacionales e internacionales. Pero, el cambio necesita ir más allá del Gobierno, ya que el país necesita toda una restructuración para acabar con monstruos más grandes como el leviatán del Poder Judicial, ya que sin esto se corre el riesgo de caer en la oscuridad de los últimos 35 años.
¡Fundemos la 5ª REPÚBLICA!
Unamos fuerzas para devolver el equilibrio y la justicia a nuestra nación. ¡Es hora de construir juntos una Costa Rica más justa y democrática a través de una nueva Constitución Política que refleje nuestros valores y necesidades!
- Ha llegado el momento de unirnos como sociedad civil para recuperar el equilibrio y la justicia en Costa Rica. Nuestro país enfrenta desafíos que amenazan los principios fundamentales de nuestra democracia, y es imperativo actuar ahora para reinstaurar un sistema de pesos y contrapesos auténtico. La creación de la Sala Constitucional y el poder desmesurado del Poder Judicial han desbalanceado nuestra República, alejándonos de una justicia pronta y cumplida.
- Este es un llamado a todos los costarricenses para que juntos impulsemos las reformas necesarias, desmembrando el poder concentrado y devolviendo la imparcialidad y eficiencia a nuestras instituciones. No se trata solo de mover piezas, sino de reestructurar profundamente nuestros sistemas para profesionalizarlos y hacerlos verdaderamente independientes. Queremos una Costa Rica donde la justicia sea accesible y el rigor científico prevalezca en nuestras leyes.
- La finalidad de este movimiento es la creación de una nueva Constitución Política que refleje los valores y necesidades actuales de nuestra sociedad. Es hora de devolverle el control al pueblo y garantizar que nuestras instituciones funcionen en beneficio de todos. ¡Juntos podemos construir una nueva Costa Rica, justa, democrática y equilibrada!
